¿Por qué solo unos pocos colaboran en la iglesia?


Por Joel Calleiro
No es un secreto que las iglesias tanto grandes como pequeñas luchan porque sus miembros abracen el compromiso de colaborar en las iglesias. Esta realidad la comprueba un estudio realizado por Scott Thumma y Warren Bird que refleja que las iglesias grandes y las pequeñas se mantienen por el trabajo y el aporte del 20% de la congregación.  Lo interesante es que ellos están haciendo la pregunta que, tal parece, nadie quiere hacer ¿Por qué?
Para empezar, según la historia que aparece en TheChristianPost.com, en general hay un grave problema de participación, y citan los resultados de la encuesta National Congregation Survey (Encuesta de la Congregación Nacional) los cuales indican que sólo el 38% de los 16 millones de miembros de la Convención Bautista del Sur asisten anualmente a la iglesia. En el caso de la Iglesia Luterana el número es aún peor, pues solamente asisten el 28% de los 4.5 millones de miembros que tienen.
Posiblemente estos números son más marcados o comunes en las denominaciones tradicionales, donde las etiqueticas y la tradición también tienen mucho más peso.  Es muy común escuchar a personas que no están activas en ninguna iglesia identificarse como presbiterianos, bautistas, luteranos o metodistas, simplemente porque toda su familia lo ha sido o porque asistieron y fueron miembros cuando eran jóvenes.
No se trata de señalar a ninguna denominación, pues la realidad es que este problema aflige a muchas iglesias independientemente de la afiliación.  Lo importante es ver cuáles son las causas de este comportamiento y qué pueden hacer los pastores y los líderes para mejorar esta situación.
Las causas
Según el estudio las causas son varias y aquí les enumero algunas:
1- Los pastores y los líderes no quieren reconocer que esto es un problema
2- No hay un esfuerzo o una iniciativa para interesar a los miembros que están fríos o alejados
3- Todo el énfasis y los recursos están enfocados en ministerios externos y ministerios de alcance
4- No existen programas para mantener interesadas a las personas que han estado en la iglesia por 20, 30 ó 40 años
Recomendaciones
  • Crear un equipo que  entreviste individualmente a estos miembros para determinar cuáles son las necesidades espirituales de estas personas .
  • Determinar cuál es la dinámica externa y sociocultural que está interfiriendo o impidiendo que estas personas se congreguen con regularidad. Por ejemplo, entre muchas otras cosas podría ser que están involucradas en actividades comunitarias o deportivas con sus hijos y sus amistades los domingos en la mañana.
  • Determinar, por medio de las entrevistas, si hay otros problemas que han “enfriado” a estas personas causando su distanciamiento o falta de interés.  Algunos de estos pueden ser problemas económicos, maritales o de familia en general.  En algunos casos el problema se suscita a raíz de un conflicto, discusión o desavenencia con algún líder de la iglesia.
Lo importante es reconocer el problema, determinar sus causas y tomar acción para corregirlo, pues el 80% de la iglesia también necesita ser ministrado.

Fuente: www.cristianos.net